Por: Felípe González
Después de la fascinante primera jornada ofrecida por Tiny Fest, fue el turno de su segundo y último día de esta primera edición. Con BADBADNOTGOOD como el plato fuerte, fueron las bandas nacionales Delight Lab y Sistemas Inestables los encargados de abrir esta ansiada segunda noche.
Delight Lab presentó una propuesta audiovisual sorprendente, tomándose el Teatro La Cúpula desde abajo del escenario con un espectáculo de luces desconcertante.
Luego fue el turno de Sistemas Inestables, un trío musical que mezcla lo electrónico con el post-rock y lo experimental, mostrándose como unos músicos con la energía y dureza por sobre las nubes, logrando a través de ambos factores hacer retumbar a todo el recinto con su notoria pasión y dedicación hacia el momento que estábamos experimentando en conjunto.
Tiny Fest nos entrega las alternativas necesarias para mantenerse ocupado entre presentación y presentación. En un espacio al aire libre que incluye foodtrucks, puntos de Cervecería Kross, merchandising oficial y otros expositores de marcas melómanas, se podría afirmar que Santiago Fusión logró fabricar una experiencia apta para la convivencia entre el público selecto con esta nueva, íntima e innovadora propuesta.
Finalmente, las luces se apagan. BADBADNOTGOOD hace su aparición en el escenario al ritmo de War Pigs de Black Sabbath, exigiendo desde el primer momento la energía del público chileno. Al instalarse cada músico detrás de su respectivo instrumento, empieza el espectáculo con una seguidilla de canciones parte de su recientemente lanzado álbum “Mid Spiral”, haciéndonos testigos de su excepcional habilidad de mezclar múltiples géneros; el jazz fusión, el soul, funk, entre otros. Luego, para los entusiastas de su álbum mayormente aclamado “IV”, rompieron el hielo nuevamente con uno de sus clásicos “Confessions Pt. II”, reafirmándonos que BBNG mantiene su talento intacto, con una química superior a la de su última visita en nuestro país.
Fue así que el conjunto canadiense canción tras canción logró crear una conexión más allá de lo musical con los asistentes, pues se logró conectar espiritualmente, como mismo expresaba Alex Sowinski (baterista), pidiéndole al público que sintiera la música y movieran sus cuerpos, prometiendo de paso una noche mágica.
Con unas visuales psicodélicas que te sumergían en el mundo de BBNG, los virtuosos músicos demostraban dominio total por sobre sus instrumentos, con una primera mitad de show que ascendía constantemente en energía y ritmo, haciendo a la fanaticada responder fisiológicamente a través del baile.
Un momento destacado fue cuando la luminosidad bajó y Leland Whitty nos deleitó con su saxofón por varios minutos, dejando al público en total silencio y sin otra opción que apreciar la belleza y delicadeza con la que sonaba el instrumento con la indicada acústica del Teatro La Cúpula. A continuación, el resto de la banda volvió para acompañar al solitario pero emocionante saxofón para continuar con el repertorio principal, compuesto en su mayoría por canciones de su último proyecto de larga duración.
Esta presentación terminó luego de un encore con una breve colaboración entre el público y la banda, al ritmo del mítico canto “Olé olé olé”, para luego cerrar con “The Chocolate Conquistadors”, canción del legendario MF DOOM que fue producida por BBNG, siendo esta una de las numerosas colaboraciones de las que han logrado ser parte en su grandiosa carrera como banda y tuvimos el honor de experimentar en vivo.
BADBADNOTGOOD y su retorno a Chile se consagra como uno de los shows más fascinantes del año. El público presente fue testigo de la maestría que poseen los canadienses sobre el sonido multi-género que los caracteriza y distingue, logrando una conexión que llegó más allá de lo musical en una experiencia íntima llena de magia, espiritualidad, energía y emoción, una experiencia en que a ratos BBNG y el público chileno eran uno solo.