
«Drones» (2015) era la última obra de Muse, un álbum lleno de rock, distorsión, de líricas que desahogan penas y furias, de headbanging y powershots. Los ingleses querían hacer notar que su relación con el género seguía ahí, vigente, y más fuerte que nunca, desde «Dead Inside» a quien cerraría con el resultado de un arduo trabajo, «Drones». El bajo llevado a escena por Chris Wolstenholme, la batería resonante, por Dom Howard, y la envidiable voz de Matt Bellamy nos dejaban atónitos, alucinantes ante los riffs, las líneas de bajo, los platillos y bombo; los «Rocket Baby Dolls» estaban tan activos como lo era en «Showbiz» (1999).
Pero aquellos aires se verían transformados para el próximo proyecto de la banda, en búsquedas de algo nuevo para el repertorio. Matt no vería trabas, y bien sabemos que Muse nos tiene canciones para todos los gustos: desde lentas, tal como «Unintended», a las que te generarían ganas de realizar «mosh» dentro de tu misma habitación, como «Hyper Music» o «Stockholm Syndrome». Si un niño se vuelve loco experimentando con bicarbonato y vinagre, pues Bellamy enloqueció con los sintetizadores.
«Simulation Theory» se presentaba ante nuestros ojos. Si nos interesa saber datos de dirección, ilustración, todos aquellos bastante frikis para recordar, aquí se los tenemos:
Co-producido por Rich Costey (quien nos acompañó tanto en «Absolution» como en «Black Holes And Revelations»), con canciones sacadas del horno del propio Bellamy, nos tienta con una onda cyberpunk y ochentera, ilustrada en su portada por el diseñador de pósters de «Stranger Things», Kyle Lambert. La gran aventura comenzó con grabaciones en estudio (específicamente en AIR Studios, en Londres) un enero de 2017, dando por finalizado los trabajos de obra en agosto de 2018. Nació el 9 de noviembre de 2018.
El nuevo fruto no vendría completo en un inicio, pues pequeños trozos de lo que sería el álbum nos eran entregados: «Dig Down» tomaba lugar en nuestras playlists, con halagos de un lado y críticas del otro. Fue aquí donde vimos un primer acercamiento a los sonidos sintéticos, pero sin quitar el despliegue de la guitarra eléctrica.
«Thought Contagion» llegó a romper el esquema que nos pudimos formar con el primer sencillo. Nueve meses tardaría en llegar a las plataformas, pero pagados estábamos con el resultado. Una destacable línea de bajo era reconocible, abriendo la pista, voces traseras (del mismo bajista) que acompañan al responsable de tanta teoría plasmada en sus canciones, Matt. El videoclip nos recordaba, indudablemente, a «Thriller», vampiros con capacidad de «lanzar rayos» y un virus contagioso. El vocalista de la banda hace referencia, tras la lírica, de cuán contagioso es que personas informen mal a su audiencia, generando una especie de «virus» que se traspasa al público, enfermándoles.
«Something Human», «The Dark Side» y «Pressure» serían nuestros regalos mensuales, cada uno liberado entre los meses de julio y septiembre de 2018.
«Something Human» nos transporta a un clima cálido, junto a los sintetizadores «típicos» del álbum, pero junto a una suave guitarra acústica. Aquí, Bellamy se «despojó» de las críticas de que hacen todo tan exageradamente, como señaló en una entrevista, dando resultado a una melodía envolvente en tonos claros, en colores rojizos, anaranjados. El vídeo, quien plasma una persecución protagonizado por los mismos integrantes, vendría en paquete a quién le continuaría… «The Dark Side».
«The Dark Side» sería la canción que, junto a su energético coro, podríamos gritar. Aquí plasmado el synth pop dominante en el álbum, con reverbs distinguibles, nos deleita con la historia continua presentada en «Something Human», en un escape frente a robots esqueléticos en un mundo de neón, desmoronándose progresivamente. Un solo de guitarra electrica bastante peculiar marca el tema, quizás algo difícil para aquellos que querrían interpretarlo por su cuenta.
«Pressure» cerraría con los sencillos que, en los próximos meses, podríamos hallar en el esperado álbum. ¿Qué nos encontramos aquí? Diversos temas podemos sacar a cuento sobre «Pressure», entre ellos de la propia base musical. Un riff de guitarra electrica abre la canción, junto a arreglos de vientos que le complementan. El bajo de la misma, como lo señaló Bellamy, fue compuesto pensando en los propios Beatles. El resultado, ante los instrumentos añadidos, más protagonistas que en las otras canciones (donde predominaban los sintetizadores) crean un ambiente orquestal que marcaría la canción.
El videoclip es un tema hasta divertido de hablar: Terry Crews tampoco quería perder la experiencia de ser parte de este cómico y ochentero video, con inspiraciones de películas de la época. Nos encontramos en una fiesta, bastante muerta, pero que ante la presentación de la banda a tocar, cambiaría todo. Presentado por Crews, los «Rocket Baby Dolls» salen a escena. Luego de un sinfín de hechos, unos roedores infectados se toman la pista, no para bailar, sino para atacar a la gente que disfrutaba de la banda, infectándoles. ¿Quién les defendería de tal tragedia? Terry tomaría las riendas, con un aire completamente a los «Cazafantasmas», para, junto a la banda, defenderse ante los infectados. La divertida escena nos da por finalizada la entrada de la cena, dando paso, por fin, al álbum por estrenar.
9 de noviembre de 2018: las redes explotan, el synth pop y rock agarraban lugar en nuestras playlists.
Ahora podíamos escuchar el resto de canciones que forman «Simulation Theory», entre ellas «Propaganda», «Break It To Me» y «Get Up And Fight». El álbum cierra con «The Void», canción que, entre un denso ambiente que genera, no pierde la belleza de cada una de las obras que cierran los discos de los británicos. Exactos 42 minutos con 12 segundos que nos transportan a una época recordada por lo extravagante, por los colores neón, las salas de máquinas y las películas con monstruos.
Variada crítica recibió el álbum, pero nada quita que, la más valiosa de todas, es la propia. La banda sigue experimentando, sigue buscando estilos y herramientas para la creación de sus canciones, y la apuesta del momento fue la acertada. Es por eso que, con la emoción de acercarnos a ese clima ochentero y sintético, nos presentaron su nueva gira mundial: «Simulation Theory World Tour».
Con la compañía de su nuevo repertorio, un escenario lleno de luces de neón, de robots, de pistolas de humo, de Murph, «mascota» de Muse, y algunos de sus éxitos pasados, han pisado diversos escenarios y países, donde los «Sold out» se hicieron rápidamente presentes. Y, ¿Qué es lo mejor que todo? ¡Que Chile también es parte de sus próximos paraderos! El día 13 de octubre, en la Pista Atlética del Estadio Nacional, podremos, al fin, vivir en carne propia la nueva vibra de la banda. Las entradas se hallan disponibles aún, bajo sistema PuntoTicket, en las últimas dos ubicaciones: Cancha General y Cancha VIP.
No podemos dudar que Muse no para de sorprendernos, pues, como saben quiénes le siguen, sus álbumes pueden ser tan inesperados como se ha evidenciado. Con unos integrantes que, bajo opiniones propias y teorías, crean líricas, melodías, escenas y sellos únicos. Como bien señaló el vocalista, el próximo álbum sería algo diferente, alejándole algo de los sintetizadores. ¡Pero nada es seguro! Lo extraordinario y singular de la banda es lo que dan a conocer a cada uno de sus oyentes.
Ahora, ¡a contar los días, se ha dicho! Que, como siempre, #LaCajita les acercará lo mejor de la música, única y exclusivamente para ustedes. Quedan exactamente cuatro meses para el regreso de Muse al país.
Contenido media, gentileza de Muse y sus fotógrafos. La gira de Simulation Theory está en desarrollo en Europa.