Por Genaro Rencoret
El desenvolvernos por medio de la colaboración conlleva, en palabras del psicólogo y lingüista Michael Tomasello, tener que acordar compromisos e intenciones que se cimientan en la motivación de ayudar y, al mismo tiempo, de compartir junto a otros seres humanos. En vista de aquello, es posible decir que en prácticamente todas nuestras actividades del diario vivir colaboramos con otras personas.
Somos seres sociales y, de una u otra manera, necesitamos de las demás personas para sobrevivir. Nadie es una isla, diría Joe Talbot, y consolidamos metas comunes a través de la comunicación efectiva -tal como afirman las profesoras Enid Ramírez y Rosario Rojas-. Considerando estas cuestiones, el disco debut y homónimo de Mondomamba basa su propuesta en la colaboración con diferentes artistas.
Particularmente, tuve el agrado de conversar con Camilo Benavente y Joaquín Cárcamo para ahondar en su disco que incluye la participación de Dulce y Agraz, Natisú, Benjamín Walker, Martín Berríos, Mora Lucay, Vicente Cifuentes, Martín Benavides y A.K.A Lore.
En una primera instancia, Camilo comentó que pudieron seguir creando y avanzar en el proyecto de Mondomamba a pesar de la crisis sanitaria generada por la pandemia de COVID-19. “Hemos podido mantener un buen ritmo de trabajo y nadie del grupo se ha enfermando. Así que hemos podido estar bien considerando lo difícil que ha sido todo este contexto para la industria musical”, afirmó el artista. Por su parte, Joaquín agregó: “Creo que, de manera casual, o por accidente, en la pandemia hemos estado más activos que cuando comenzó la banda. El encierro nos hizo estar mucho más conectados con la gestación del disco”.
Resulta oportuno recordar que los integrantes de Mondomamba formaban anteriormente Niño Cohete. Aquel dato es relevante porque el sonido de Mondomamba es diferente a la de la agrupación que interpretaba “Aves de Chile” (2013). Acerca de esto, Camilo comentó: “Nos reinventamos desde Niño Cohete hasta ahora. Existieron diferentes procesos y el disco creció a la par que nosotros”. Joaquín añadió que el álbum debut de Mondomamba siguió su curso natural y que nunca existieron presiones para lanzarlo. “Las canciones se terminaron cuando sus ciclos estaban terminados. Por decir de otra manera, se terminaron cuando el sonido estaba coherente”, sentenció el propio Joaquín.
Entrando de lleno al disco de Mondomamba, queda claro desde un comienzo que la colaboración es en sí misma su motor. Ahora bien, el colaborar en la música es sumamente usual en los tiempos que corren. Por ejemplo, el disco “Faith” (2021) del fallecido Pop Smoke cuenta con nada más y nada menos que 26 colaboraciones. En el caso de Mondomamba, el hecho de tener la participación de diferentes artistas responde directamente a la manera en que la banda ha evolucionado -según indicó Camilo-. “Cuando nosotros invitamos a un artista le hacemos parte de la banda. (…) Al tener un integrante extra, cada canción tiene su onda y su mundo”, añadió también Camilo.
El trabajo en equipo no aparece espontáneamente. Se trata más bien de un proceso que debe madurar y que se realiza, en palabras del sociólogo argentino Ezequiel Ander-Egg, dentro de un contexto socioafectivo caracterizado por poseer un clima de respeto, de confianza mutua y donde resulta satisfactorio encontrarse. La noción del autor trasandino hace total sentido al trabajo de Mondomamba, ya que es posible notar que su disco se concibe desde el respeto, la confianza y la satisfacción de trabajar con otros seres humanos.
Siguiendo esta línea, Joaquín contó: “En el proceso del disco entregamos total libertad creativo en las distintas colaboraciones. Trabajamos entre pares, finalmente”. Además, Camilo agregó lo siguiente: “Sacamos de su zona de confort a cada una de las personas con las que hemos trabajado para poder mostrar una faceta distinta. Eso ha sido muy interesante y ha conllevado un aprendizaje para todas las personas involucradas”. Innegable es que el material de Mondomamba permite que el sonido de Vicente Cifuentes se aleje de su propuesta solista. Claro es que una canción como “tití” (2021) se distancia del trabajo que el autor de “Relato” (2020) realiza en solitario. Lo mismo sucede, por ejemplo, con Dulce y Agraz, artista que está desarrollando actualmente el neobolero. En resumen, escuchar el material discográfico debut de Mondomamba es encontrarse con canciones que se desmarcan de prejuicios concebidos por el conocimiento previo que se puede tener sobre los artistas que colaboran.
Describir la sonoridad de Mondomamba se hace problemático al tener en cuenta las ocho colaboraciones presentes en el álbum. Preliminarmente se podría pensar que se trata de un proyecto ligado al indie folk, ya que cuenta con la participación de voces como Dulce y Agraz, Mora Lucay, Natisú o Benjamín Walker. Sin embargo, aquella idea se desmorona de inmediato al considerar la presencia de Martín Berrios, Vicente Cifuentes, Martín Benavides y A.K.A Lore.
El sonido de esta banda es, en palabras de Joaquín, cercano a lo urbano. Camilo piensa que en Mondomamba habitan muchos estilos musicales, destacando ritmos latinoamericanos y guiños al house y al dance. Además, siguiendo lo que pudimos conversar, el propio Camilo comentó que la propuesta en sí de la agrupación se dirige hacia el ámbito de la producción. “Nosotros hacemos y producimos música, lo que hace a la banda súper versátil”, sentenció músico y Joaquín añadió que en Mondomamba no están cerrados en una única fórmula de creación.
Ahora, pensando en el futuro, Camilo y Joaquín comentaron que Mondomamba se dirige a crear nuevas canciones. Asimismo, los músicos explicaron que se encuentran actualmente buscando nuevas formas de presentar este disco. “Quizás presentemos el material a través de algunas capsulas especiales o alguna sesión”, concluyó Joaquín.
El trabajo debut de Mondomamba resulta ser al final del día -dándome el lujo de parafrasear al musicólogo David Byrne- la gratificación de la colaboración artística. Esto debido a que, siguiendo las palabras del ex Talking Heads, el colaborar es una parte vital del quehacer musical y en este disco se nota sobradamente. Volvemos al principio de estas líneas y a las nociones de Tomasello sobre la colaboración. Evidente es que en Mondomamba existe el compromiso y la intención de trabajar con otros seres humanos, al igual que se percibe la comunicación efectiva que destacan las profesoras Ramírez y Rojas antes mencionadas.
#LaCajita