Mucho rock, mucha locura, mucho exceso. El currículo de los neoyorkinos puede ser un precedente para aquellos que sueñan con llegar lejos con una banda. Lujo, fama y delirio. La fama del quinteto arrancó de golpe en 2001 con “The Modern Age”, aquel EP que desató una guerra entre las compañías discográficas, puesto que los herederos del rock & roll estaban frente a ellos. Eran su diamante en bruto. Y no erraron.
Tras este EP, que contenía a “The Modern Age”, “Last Nite” y “Barely Legal”, el disco debut no se podía hacer esperar, y con ello, la fama a nivel mundial llegaron inmediatamente: “Is This It”, en julio del 2001 fue un éxito rotundo. Gordon Raphael, productor, los vio en Nueva York a la espera del show de Dragonforce y le ofreció su número a Albert Hammond Jr. Lo que vino después, conocido por todos: giras mundiales, colaboraciones con artistas de una talla de aquellas como el mismo Jack White, de The White Stripes, en Reading, donde fueron cabeza de cartel. Así, se fue cimentando una ruta victoriosa en la que falta mucho por saber aún.
“Room on Fire” y “First Impressions of Earth” fueron la catapulta definitiva, si es que ya no lo habían logrado en ciertos rincones del orbe, a estar en todas las radios. Con éxitos como “Reptilia” y “12:51” el legado que estaban dejando a quienes buscaban crecer con su banda de garage era innato. Entre 2002 y 2005, la banda conformada por Casablancas, Valensi, Hammond Jr, Fraiture y Moretti, daría vueltas por todo el mundo mostrando su música a aquellos fanáticos que añoraban ver en vivo al quinteto. “The Strokes” ya tiene con qué defenderse y codearse con los más grandes.
Pero no todo lo que brilla es oro, y Julian Casablancas, vocalista, lo sabe muy bien. La bebida y los excesos también forman parte de la banda y lo hemos visto constantemente durante la carrera discográfica del grupo, sobre todo en vivo. Aunque no es un precedente que marque como algo negativo al quinteto, es necesario recalcar que Julian ha entregado diversas declaraciones de haber dejado estos excesos, comprometiéndose con el resto del equipo para no fallar. Es así como en 2011, tras romper por unos meses para enfocarse cada uno en proyectos personales, llega la banda con “Angles”.
La mezcla, el cariño y la pasión por producir por los fanáticos. Un regreso muy esperado, sobre todo por la separación en el mismo 2009 por parte de Oasis, la gente no quería perder a otro de sus proyectos más preciados. Con “Under Cover of Darkness” y “Machu Picchu” como caballitos de batalla, los neoyorquinos estaban de vuelta en la escena. Así, el 22 de marzo de 2011 se acababa la espera. 10 años después del debut, todo volvía a su lugar.
Y es que después, con “Comedown Machine” de 2013, y el EP de “Future Present Past”, de 2016, la banda solo entregó presentes de regalo a sus más fieles seguidores. Aquellos que lograron la más grande fama entre 2001 y 2005, no quisieron llegar más allá. Porque, aunque en el apogeo de un año pandémico durísimo como lo fue el 2020 nos hayan entregado «The New Abnormal», pasa lo mismo que con las otras dos obras liberadas en la década recién pasada, es un balazo al aire, trabajado, pero no pasa de una bala, y nosotros queremos una ráfaga.
Pero quiénes somos nosotros para criticarlos. Sumando este 2022 como la tercera visita de la banda a nuestro país, luego de las presentaciones de 2005 en el Estadio Victor Jara y en 2017 en el mismo Lollapalooza, solo podemos esperar que la banda nos dé lo mejor de ellos. Material hay, que las ganas estén. Porque sabemos que pueden, y quieren, ¿cierto?. ¿Nosotros? De nosotros depende: tomémoslo o dejémoslo.
#LaCajita ♥
