Una mañana primaveral. La brisa es fría y el pasto aún tiene vestigios del rocío de la madrugada. Sufren las personas con alergia. «Odio el plátano oriental», dice una joven que pasa frente a la banca donde estoy sentado en el Parque Nemesio Antúnez. Miro mi reloj. Ya debo moverme hacia el Hotel Sheraton. «Nos vemos en el Salón Las Condes», me escribe Claudia mientras subo por la empinada entrada del recinto hotelero. Tras ingresar, me pierdo en el lobby. Pregunto hacia dónde debo dirigirme. Después de vagar un rato, mirar los cuadros dispuestos en los pasillos y casi entrar a una convención sobre endocrinología, llego a mi destino.
Soy el primer periodista en entrar. Me encuentro con Claudia. «¿Te costó mucho llegar?», me pregunta mientras indica la mesa dispuesta con café, té, jugos naturales, croissant y galletas. «Un poco, pero la vida es una aventura. Me entretuve mirando el hotel», le respondo y escojo un vaso para servirme jugo de naranja. «Ya baja el artista, así que ponte cómodo mientras tanto», me comenta Claudia. Me siento en un sillón y espero. Poco a poco llegan otros colegas. Cámaras y micrófonos están dispuestos. «¿No grabarás?», me pregunta Claudia con clara intriga. «Solamente el audio. No me gusta tanta parafernalia tecnológica en las entrevistas. Me gusta conversar como si estuviéramos en un bar», le respondo. «Te gusta lo clásico», me replica Claudia y se ríe.
Pasan los minutos y llega Boza, artista panameño con el que debo charlar. Claudia se me acerca y me dice: «Tú serás el primero, lo haremos por orden de llegada». Entramos al salón. Nos saludamos con Boza. Veo sus joyas. Está vestido de negro. «Un gusto conocerte, Genaro. ¿Te importa si me tomo un café mientras hablamos?», me interroga Humberto. «No, para nada. De hecho, me gusta siempre conversar con un café o algo para comer. Así son las conversaciones reales», le respondo. Nos sentamos y empezamos la entrevista. Comienzo con la pregunta protocolar ¿cómo estás? «Super, bro. En verdad estoy super animado por las entrevistas y la Teletón. Me contaron lo especial que es para ustedes y eso lo hace especial también para mí. Me emocioné cuando me llamaron para participar, así que estoy muy feliz», señala Boza.
En seguida, le consulto a Humberto con qué se queda de este año que se está acabando. «Es una buena pregunta. No me la habían hecho. Este año fue un pequeño stop de muchas cosas», parte comentando la joven voz y agregó: «Fue un año donde me enfoque en el doble o hasta el triple en mi carrera. Uno obviamente quiere el éxito, pero el éxito necesita muchas cosas. Tiempo y dedicación, ante todo. He aprendido qué es lo que quiero, a lo que quiero llegar, lo que quiero ser. Y para eso hay que trabajar y arriesgarlo todo. Este 2022 hice todo lo que no pude hacer en pandemia. De este año me quedo con el sacrificio, con las metas que se alcanzaron y el trabajo que ameritó todo eso».
Nos detuvimos con Boza para hablar un poco de la pandemia. «Fue un poco difícil volver a subirse a los escenarios después del encierro. Cuando volví a estar arriba de una tarima me sentí muy extraño y muy feliz al mismo tiempo», sentenció el joven artista. «Estaba en lo mío, pero sentí la sensación de no saber bien qué hacer. Sentía nervios. Dos años sin tocar en vivo no pasaron en vano. Sin embargo, a medida que pasaron los shows pude retomar el ritmo y la costumbre. Al final se ha sacado todo adelante», reflexionó Humberto.
A partir de lo último, Boza profundizó en el quehacer artístico. «Trabajar en el arte es disciplina. Mucha gente piensa que solamente se trata de pararse detrás de un micrófono y cantar. Pero cualquiera puede hacer eso. El asunto es que quienes hacen eso tienen un límite y yo no quiero tener barreras», afirmó Humberto. «Quiero que mi música se expanda, llegar a diferentes lugares del mundo. Y para eso hay que trabajar bastante. Siempre corremos con mucha presión. Al final esa es la vida del artista y hay que aprender a sobrellevarlo. Nadie nos ha obligado a dedicarnos al arte», concluyó el compositor.
Coincidimos con Boza en la idea de que el arte conlleva sacrificios. Le consultó a Humberto sobre cuáles han sido sus propios sacrificios. El artista me mira con detención y responde: «Casi no veo a mi familia». Luego de una pausa, Boza continúa. «Este año pensé mucho en que el trabajo no me dejaba estar con mi gente. Pero, por otro lado, sin este trabajo mi familia no estaría bien. Al final, mi gente entiende que mis tiempos son extraños. Ahora me traje a mi mamá. Hace dos meses que no la veía. Le dije que se tomara unos días de su trabajo y la traje para acá. Busque opciones en lugar de excusas. Siempre hay momentos donde puedo disfrutar mi trabajo junto con mi familia. Siempre hay tiempo, hay que buscar soluciones para los problemas», comentó Humberto.
Percibiendo la manera en que Boza habla de su familia, le pregunté por la importancia que tienen sus seres queridos en su trabajo. «Mi familia lo es todo. Si dejo de hacer música mi familia se queda sin dinero. Soy la cabeza de mi familia. Si dejo este trabajo mi familia va a sufrir. Son muchas bocas que alimentar. Por ellos hago esto. Por ellos hago música», expresó Humberto y concluyó: «Mis hermanos y mis primos se sienten orgullosos de llevar el apellido Boza. Se sienten queridos en Panamá».
Luego charlamos con Boza acerca del futuro. «El próximo año será mucho mejor que este 2022. Estamos trabajando para que 2023 sea un año lleno de música», comentó el artista. «Tengo nuevo disco listo. Se llamará Cuántico. Empecé hace un mes ha sacar el nuevo material. Estamos publicando tres canciones cada dos meses. Lo primero que lanzamos fue Qué Prefieres? junto a Beéle. En diciembre saldrán tres canciones más. Hace una semana grabamos un vídeo en República Dominicana y ya en febrero saldrán seis canciones para culminar el álbum completo», agregó el música oriundo de Panamá.
Además, Boza me adelantó que en 2023 no se limitará a publicar Cuántico. «Ya tengo ocho canciones listas para otro disco. Tuve un mes libre y ahí salieron estas nuevas canciones. Voy trabajando un poco adelantado. El 2023 tendré más tiempo para dedicarme a hacer música. Tendré promo, pero no tan full como este año. A mediados o a finales de 2023 habrá otro álbum. Así que venimos con todo. 2023 estará cargado de nueva música». expuso Humberto dando cuenta de su ritmo de escritura. «No trabajo apurado. Me gusta escribir. No me agrada trabajar bajo presión. No es lo mismo hacer las cosas por compromiso que cuando lo haces por vibras. La música que conecta es la que está hecha con buenas vibras y la gente lo nota», finalizó Boza mientras bebía su café.
Ahondando en su siguiente material de estudio, el artista panameño expresó: «En Cuántico habrán cosas nuevas. Este álbum es distinto a lo anterior que he publicado. Sí hay algunas canciones de reggaetón, pero me gusta incluir más sonidos. Me gustan los contrastes y quiero que la gente escuche cosas diferentes en mi trabajo. Quiero un sonido distinto. Escucho mucha música. En mi playlist hay salsa, urbano, cosas anglo, house, dancehall, R&B. No tengo una preferencia musical. Todos los sonidos me influyen». Anclado con esto último, Boza se refiero a la actividad de otros músicos. «Veo que hay muchos artistas haciendo las mismas cosas. Para un artista es sencillo caer en la monotonía. A mí me aburre hacer las mismas cosas todo el tiempo. Lo cool es que la gente sabe que cuando viene nueva música mía no será igual a lo anterior. Mi publico siempre tiene expectativa por lo que vendrá más adelante».
Finalmente, Boza comentó que quiere volver a Chile para tocar en vivo. «He escuchado muchos comentarios positivos sobre los fanáticos de la música. Chile está en el top de países que escuchan mi música, así que ojalá que en 2023 podamos agendar algún show en solitario», cerro el artista. Mientras termino de transcribir esta nota Humberto toca en la Teletón. Así que, por ahora, solo nos queda esperar su nueva música para 2023.