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BLACK PUMAS EN CHILE: EL PODER DEL NEO SOUL

Aún me duelen las piernas. También siento la falta de sueño. Tres días seguidos viendo música en vivo no pasan en vano. Lollapalooza me dejó una necesidad de más conciertos. Así que, a pesar del cansancio acumulado, continuamos con el siguiente show. Hoy toca ver el debut en tierra nacional de Black Pumas.

Desde la mañana estoy ansioso por ver a la banda oriunda de Texas, Estados Unidos. Sin embargo, el dormir poco hace que en clases los ojos se me cierren. La verdad es que hoy no tengo ánimos para escuchar la voz plana de mi profesor que da cátedras sobre la lira popular. Quiero ir al Teatro Caupolicán a escuchar Neo Soul y seguir bailando.

Imagen: Javier Valenzuela.

Por la tarde llegó a las puertas del recinto ubicado en calle San Diego y la fila es inmensa. Hay complicaciones para ingresar porque los accesos de platea y cancha fueron mezclados. Parte de los asistentes se molesta por el error. Ya adentro del teatro, Salamanca Selector Set telonea a la banda liderada por Eric Burton y Adrian Quesada. Pero el público sigue molesto por los problemas del acceso. Y ahora la banda está retrasada. Pifias se empiezan a escuchar mientras Salamanca Selector Set sigue mezclando. Medio hora de atraso hasta que Black Pumas aparece en escena. Las pifias se vuelven aplausos y gritos de euforia. El poder del Neo Soul se sienta de inmediato.

Imagen por: Lukas Cruzat.

Eric Burton viste un buzo rojo. Sus icónicos lentes y su sombrero no faltan en el outfit. La fiesta comienza con «Next to you». La audiencia aplaude y comienza a bailar. Burton dice «buenas noches, Chile», se acerca a la primera fila. Se quita sus gafas y les da la mano a las personas que se encuentran en la primera fila. Los gritos no se hacen esperar. Le sigue «Old Man» y, ya en este punto, Black Pumas tiene rendida a la gente. Las palmas, los bailes y las cabezas marcando el ritmo son la tónica en el Teatro Caupolicán. Burton es un showman completo. Interactúa con las personas, se ríe, mira a la cara, saluda, incentiva a que la gente participe activamente en el show coreando y mucho más.

Imagen: Javier Valenzuela.

La gente goza cuando suena «Touch The Sky» y posteriormente «Sugar Man». También yo estoy disfrutando. Olvido por completo el cansancio que sentía por la mañana. ¡Esto es lo que necesitábamos! Los años de pandemia no han pasado en vano y era urgente volver a estar en un concierto. El Teatro Caupolicán es un recinto icónico de Santiago y no decae ante la presencia de Black Pumas.El baile continúa cuando suena «Confines». Eric Burton pide que gritemos y nosotros gritamos. El Neo Soul es intensidad y lo sentimos. Nos hacemos parte de ella.

Imagen: Javier Valenzuela.

En «Know You Better» el líder de Black Pumas nos enseña a cantar la melodía. Ensayamos todos y la canción inicia. Se nota que la banda lo está pasando bien. Burton hace cantar a personas de la primera fila. ¿Cómo podemos pagar este tipo de interacción? Pues cantando y bailando. Eric introduce a las coristas y estas improvisan. La fiesta está desatada y queda aún mucho para seguir pasándola bien escuchando «Black Moon Rising».

La llegada de «Angel» es estremecedora. Burton canta acompañado solamente de su guitarra. Su voz es pura intensidad y arrojo. El Teatro Caupolicán se llena de linternas de celulares. Yo también enciendo la mía. Eric mira las luces. Las coristas refuerzan la voz de Burton. Hay entrega, hay alma en la música de Black Pumas y podemos sentirla en «Angel». La canción termina y Eric sigue mirando las luces hasta que todas se apagan.

Imagen por: @isolated.eyes.

El show debe continuar porque aún queda noche. Burton baja al público para cantar «More Than a Love Song». La audiencia enloquece. ¡Qué cercano es el músico de Texas!. Luego, «Mrs. Postman» mantiene la vara alta de todo el concierto. «Ain’t No Love In The Heart Of The City», cover de Bobby Bland, y «Oct 33» me hacen feliz.

Imagen: Javier Valenzuela.

La gente se ve satisfecha. En cancha y en platea se ha aplaudido desde el inicio de Black Pumas. Y queda el acto final con «Colors», «Politicians In My Eyes» y «Fire». No importó la media hora de retraso. La banda de Texas tocó cerca de una hora y media en el Teatro Caupolicán. El otoño ha llegado y los conciertos masivos han vuelto. Al final, Black Pumas se toma una fotografía con la bandera chilena y con el público de fondo. Dicen que volverán pronto y se dan el tiempo para firmar vinilos y jockeys. El recinto ubicado en San Diego comienza a vaciarse. Es hora de volver a casa con el corazón lleno de la intensidad del Neo Soul. Black Pumas deja la vara altísima.

Imagen: Javier Valenzuela.
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Genaro Rencoret

Soy residuo del indie. Intento escribir generando crítica y diálogo entre las artes. Cuando grande quiero ser como como Gabriela Mistral o como David Byrne.

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