Lollapalooza es una experiencia que millones consideran muy especial: Se concentra lo mejor de la música junto con experimentos que buscan subir su audiencia gracias a plataformas como esta. Para los espectadores, qué decir, son días y días de solo shows rimbombantes y una vivencia que queda para todos nuestros días restantes. La Cajita no podía ser menos, hizo los esfuerzos y está en Chicago cubriendo el evento más grande que sacó Estados Unidos, musicalmente hablando, obvio.
Desde la seguridad hasta el público, pasando por los escenarios, y un orden que llega a dar miedo, siendo bien honestos. Llegar a los escenarios y ver que puedes tener tu metro cuadrado para lo que sea, es emocionante, sabiendo que en Chile contamos con una jungla de simios descontrolados, y hablamos con cautela, respetando a los simios. Tu espacio lo respetan todos, y puedes ir hasta al baño, SALIENDO DESDE LA REJA Y VOLVER POR AHÍ MISMO: algo impensado en Sudamérica. La seguridad es algo fuerte, pero también necesaria. El ver tanto espacio y tanto para recorrer, en un Grant Park interminable, es algo que te dice: estamos en el lugar correcto, es hermoso todo.
Pasando a lo musical, tenemos demasiados artistas como para resumir. Haremos algo corto: Partimos viendo a YBN Cordae, Ghostemane (NECESARIO VER) y a shallou, con un estilo muy variado, dando la pauta para lo que tendríamos durante todo el fin de semana, rap y experimental de partida. Emily King, half alive y Lennon Stella con un pop bien agradable, comentando que la última se mandó un cover hermoso de Keane (lo puedes ver en nuestras historias destacadas). Acá nos detendremos con Hobo Johnson & The Lovemakers: ¡Qué distinto es todo! Cuento corto, fan desmayado, show detenido hasta que se reincorpore. ¿Cuándo veremos eso? No pronto acá en Chile.
Pasando a los shows de la tarde, CloZee, HER, Hayley Kiyoko y Fitz and The Tantrums, remarcando lo imponente que son sus puestas en escena con coristas y un frontman que prenda lo que se mueva. Candidatos firmes a venir a Sudamérica el próximo año, lo firmamos. Nos vamos a los shows de más tarde con un Rüfüs du Sol que ya conocimos este año y un Hozier que congregó masas cual misa con millones de seguidores, perfecto espectáculo en el T-Mobile Stage. Imprescindible nombrar a la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, que fue la encargada de dar la bienvenida y abrir el show de Rüfüs en el Bud Light Stage.
Nos vamos a la noche, con unos Chainsmokers y Strokes que nos hicieron decir: WOW, los necesitamos acá ahora ya. EDM Y ROCK A LA VENA, POR DIOS. No podemos decir mucho más, pero estamos boquiabiertos con lo visto. Invitados, guitarras, Julian Casablancas prendido. Todo perfecto. Regreso a casa, listos para el día 2.
Segundo día de agosto, segundo día de acción en Lollapalooza Chicago. Llegamos algo temprano para comprar unas cosas, nada de otro mundo, nada más estamos al otro lado del planeta, una cosa poca. Comenzamos todo esperando a SHAED en el Lake Shore Stage, y a Boy Pablo en el Tito’s Handmade Vodka Stage, este último que fue capaz de detener su marcha y devolverse para conversar con nosotros y firmarnos nuestra banderita chilena hermosa. Lo esperamos en noviembre.
Avanzando durante el día, vemos que Conan Gray y The Nude Party hacen lo suyo en sus distintos stages, con números que pueden entusiasmar a varios. Más adelante también tenemos a Tierra Whack y a Maggie Rogers. Hermosos y potentes shows. Tampoco dejamos atrás a 21 Savage reventando todo en el T-Mobile Stage, no siendo menos a lo que logró dejar y cosechar IDLES. Mosh, cabeceo y unos artistas dignos al espectáculo que nos dejó Mac Demarco en 2018 en el Parque O’Higgins.
Nos vamos al Bud Light Stage, con unos potentes Death Cab for Cutie. Podemos caernos de pena y podemos volver a sentir la misma felicidad que nos entregan al subir al escenario en dos segundos. Es lo que te transmite esta banda, que, imponente, dejó todo arriba. Candidatos para verlos en Lollapalooza también. No olvidamos, tampoco, a Janelle Monáe, Snails y a NF. Cada uno con lo suyo.
Llegamos al final del viernes, y es encontrarse con esas disyuntivas que te hacen querer reventarte a cabezazos con la pared: Elegir entre 4 pedazos de shows, con 4 escenarios repletos, es prácticamente imposible: Tame Impala, Bring Me The Horizon, Alesso y Childish Gambino. ¿Qué hacer?
No quisimos ser menos, y estuvimos en los 4. Lo imponente que son los australianos, lo fuertes que son los ingleses, lo WOW que te deja el sueco, y lo espectacular que logra Childish Gambino. Es necesario tenerlos a todos frente a nuestros ojos, pero es injusto tener que dividirnos para vivir cada uno de sus shows. No es sano, para el oído musical, ni tampoco para los bolsillos de gente que busca ver grandes shows, y se encuentra siempre con este tipo de situaciones.
Esperamos un sábado con AÚN MÁS estilos, con AÚN MÁS calor y con AÚN MÁS ganas de dejarlo todo. Por ustedes, por #LaCajita.