Por Genaro Rencoret
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Martín (a.k.a. Moska) Lorenzo, miembro de Los Auténticos Decadentes, y nos contó un par de cosillas sobre la pandemia, su disco recientemente lanzado, los proyectos que se debieron retrasar por causa de la crisis sanitaria, nuevos trabajos surgidos en el encierro y el mundo de la música en general.
Martín se encuentra pasando la cuarentena en su hogar junto a toda su familia. Desde ahí nos afirma que la pandemia es “una situación loquísima” y que, en un principio, no creía que iba a ser imposible tocar durante este año. “Lo de tocar quedó en un segundo plano cuando hay un montón de gente que lo está pasando mal, (…) es horrible lo que está pasando”, afirmó. Además, agregó que el deber de la música, los músicos y los artistas es “seguir apoyando a la gente”.
Ahora bien, el motivo principal de nuestra conversación con el artista argentino se debió a que acaba de lanzar, junto a Mariano Franceschelli, un nuevo disco titulado “Movimiento Latinoamericano de Ska”. Este trabajo comenzó a gestarse entre los años 2004 y 2007, producido casi en su totalidad en el marco de cientos de giras junto a Los Auténticos Decadentes, entre hoteles, aeropuertos y estudios de grabación de diferentes países de América Latina.
Moska confiesa que si no hubiera surgido la pandemia, probablemente, no hubiera tenido el tiempo suficiente para terminar este disco que se construye de reinterpretaciones de grandes clásicos de la música del siglo XX en versión ska. “La pandemia me dio el tiempo para poder terminarlo”, sentenció.
¿Por qué surge esta necesidad, hace 15 años, de hacer estas reversiones en ska?
No sé si era una necesidad. Me parece que comenzó como un juego de querer grabar varias canciones que nos gustaban y que se nos hacían que podían ser buenas para el ska. Entonces, empezamos jugando más que nada porque teníamos la primera computadora portátil y la primera placa portátil de dos canales. Lo anterior, sumado con las ganas de tocar ska, reversionar canciones que nos gustaban y el estar viajando nos llevó a empezar este disco.
Pensando en la forma en que ha cambiado el mundo, la sociedad y el quehacer musical, ¿qué sentimientos te trae mirar hacia atrás con el lanzamiento de este disco?
Me trae un poco de añoranza de cómo se grababa antes o de cómo eran las cosas a principios y mediados de los 2000. Pero realmente me parece que la tecnología nos hizo muy bien a los músicos.
Todos los programas nuevos de grabar tienen miles de herramientas para perfeccionar la edición y la postproducción de una canción. Si está desafinado, lo arreglas. Si está corrido, lo arreglas. Yo vengo de la época de grabar en cinta y si te equivocabas no era posible arreglarlo sin perder la toma anterior. Ahora apretas manzanita más X, cosas mágicas que eran impensadas antes. A pesar de eso, no hay mejores bandas, no hay mejores canciones que antes. Sí hay buenas, pero no sé si en tanta cantidad. Y me parece que la máquina nunca va a reemplazar al humano.
Me pone muy contento para donde fue la tecnología y para donde se usó. Estaría bueno que lo mismo pase con la vacuna del Covid porque es increíble que en el 2020, y después de siete meses desde que apareció el virus, no esté lista la vacuna.
En todas estas reversiones del disco hay una mezcla de orígenes totalmente distintos de las canciones. Está “La Cucaracha” que viene de la tradición folclórica española y que llegó a México, para luego expandirse por latinoamérica. Luego está las versiones de “Stairway To Heaven” de Led Zeppelin, “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, de The Beatles y “Che Bella Idea” de Fred Bongusto. ¿Todas estas canciones vienen un desde la banda sonora de tu vida o de tu infancia?
Sí, son canciones que siempre me gustaron. Hay otras que les gustaban a mis amigos y que a mí también. También hay canciones como “Puente sobre el río Kwai”, que es una canción muy antigua, y que fue una propuesta de mi papá. Mi papá falleció en 2015 y formó parte de este disco haciendo los arreglos de “La Cucaracha”, de “Ob-La-Di” y de varias canciones que yo me imaginaba que podían ser ska. Sí, te puedo decir que es la música que acompañó mi vida, la de mi padre y bueno, “La Cucaracha” me la cantaban cuando chico.
Ahora que mencionaste a tu papá, ¿qué sentimientos te trae escuchar los arreglos de tu padre?
Cuando volví a agarrar el disco en 2017, lo estuve trabajando durante 15 días y lloré porque mi papá ya había fallecido hacía dos años atrás. Ahora cuando lo terminé de mezclar también me emocioné mucho y que haya salido también es la fuerza que me ha dado desde sea que esté.
Algo que también me llamó la atención fue la portada del disco. En la esquina inferior derecha dice “Volumen 1”. ¿Se viene próximamente un volumen 2 o 3?
Sí, van a venir nuevos volúmenes. Me gustaría hacer un volumen con canciones inéditas, producidas por mí, de bandas de todos los países de latinoamérica. Nos gustaría buscar a una banda por cada país y crear, producir y mezclar una nueva canción. Después tenemos la idea de hacer un volumen con canciones inéditas de Mariano y mías en formato ska. Yo ya tengo varias terminadas y esto ayudaría que el día de mañana, cuando se pueda tocar en vivo, hayan canciones que se puedan cantar en el live. Me parece que está bueno cantar algunas canciones entre medio de los instrumentales.
No sé cuáles serán los próximos volúmenes pero estoy con ganas de continuar.
Martín, ahora que hablaste de los shows en vivo, ¿extrañas los escenarios en este punto de la cuarentena?
Los extraño muchisimo, como extraño abrazar a mis amigos o estar en un camarín. Hasta te podría decir que extraño viajar. Y la verdad que lo único que no extrañaba en el pasado febrero era viajar. Estaba podridisimo de viajar. Gracias al éxito del MTV Unplugged de los Decadentes tuvimos que viajar muchísimo. Los últimos dos años fueron muy agitados para nosotros, pero hasta eso extraño. Y tocar y mis instrumentos. Si bien acá en casa tengo algunos instrumentos, no son los que utilizo en vivo. También extraño ponerme el auricular, tomarme una chela y ver al público. Hacer conferencias de prensa y estar sentado en una mesa larga con mis amigos. Pero diste en clavo. De todo eso, realmente lo primero que extraño es el escenario.
El escenario es lo que hace al músico, a final de cuentas.
Yo creo que sí. Por eso los chicos de bandas emergentes me preguntan si es momento de sacar nuevo material y yo les digo que lo tienen que evaluar muy bien, Para mí era muy bueno este momento para sacar “Movimiento Latinoamericano de Ska”, pero el lanzamiento del disco que teníamos pensado para marzo de este año con los Decadentes tuvimos que moverlo para marzo de 2021. Con esto lo que quiero decir que es una decisión muy personal. Hay que ver cómo está la banda actualmente para ver si saca material ahora o después. Y ahí está lo que vos decías. Nosotros capitalizamos el éxito de las canciones tocando en vivo. Si una banda pega una canción, va a tener más shows en vivo y, además, el dinero está en tocar. Las regalías de plataformas digitales es una cosa que corre por otro carril.
Espero que se pueda volver a tocar en vivo pronto, pero deben estar todas las medidas para que sea seguro, que nadie se enferme y que nadie la pase mal. Hay que parar con las muertes.
Estuve trabajando con Beto Cuevas y una señora chilena de 80 años. La canción se llama “Cumbia del Encierro” y saldrá pronto. Eso es lo que debemos hacer los músicos por ahora. Seguir trabajando, estudiando y produciendo hasta que la pandemia termine.
Siguiendo con los shows en vivo, en Europa se han realizado conciertos con el público metido en sus autos y en Estados Unidos una banda tocó con el público metido en burbujas de plástico. ¿Cómo crees tú que deberían ser los conciertos una vez que todo esto pase?
Para mí tiene que aparecer la vacuna, pero aún así me imagino que las personas deberán ir con mascarilla y que no puedan ir la misma cantidad de gente a los shows. Aunque te puedo asegurar que estos shows en vivo en lugares tipo autocine solo funcionan en Europa. Acá en Latinoamérica la gente quiere chupar, quiere bailar. Y esos shows en autocine son como estár en un concierto fantasma o como estar escuchando Spotify. No me entra tampoco estar en un concierto dentro de una burbuja.
Hablando de Chile y tu contacto con nuestro país, ¿cabe la posibilidad de ver a Movimiento Latinoamericano de Ska en nuestro país?
Sí, totalmente. Hay cinco países que están en la nómina que tenemos que visitar sí o sí. Chile está en esa lista sobre todo porque allá el ska pega fuerte. Hay muchas bandas del género. Obviamente estamos hablando de hacer un show con 500 o 600 personas, no de un lugar muy grande.
#LaCajita