Esta semana en #Emergentes les presentamos a Ania Ivania, puertomontina que con su neosoul colorido y con su toque femenino nos trae las mejores canciones para levantar la moral durante estos tiempos de cuarentena.
“Me gustaría que la gente que escuche esta música sienta paz, tranquilidad y buena onda al escuchar mi música” así quiere Ania Ivania que la gente se sienta al oír su música. Con un sonido auto definido como “neo soul” -pero con sonidos distintivos del folclore chileno- es una de las artistas emergentes chilenas más llamativas del último año, cuya fresca y alegre propuesta ha atraído a un montón de oyentes en menos de un año.
Ligada desde pequeña a la música por medio del coro de la iglesia, la orquesta regional de Puerto Montt y bandas formadas durante su adolescencia, siempre supo que era la música a lo que quería dedicarse. Tal fue su determinación que viajó a la capital para concretar su sueño. “Santiago es una ciudad que tiene mucho que ofrecer cuando quieres estudiar, conocer, ir a conciertos o grabar. En realidad en eso radica la decisión de venirme a Santiago: por un tema de oportunidades y condiciones”.
Inspirada en artistas como Erikah Badu, Pascuala Ilabaca, Ana Tijoux, Sig Ragga o Esperanza Spalding, Ania Ivania mezcla melodías propias del soul, jazz con tintes urbanos de hiphop o pop y matices del sur, viento del norte y de la capital, todo esto para cantarle a sus tierras “Creo pensando en la libertad humana y la libertad de soltar lo que pienso y mis sentires. Cuando le compongo al sur es por la necesidad de plasmar un paisaje en una canción, un poco la sensación de que en la naturaleza hay magia. Cantar estas canciones en otros espacios me trasladan al paraje natural”.
- ¿Te cuesta cantarle a la naturaleza desde una ciudad gris como Santiago?
La verdad es que me gusta cantarle a la naturaleza desde Santiago, porque como te decía anteriormente, me traslada hacia el sur austral cantar ciertas canciones. A veces cuando extraño mucho el sur igual me da nostalgia cantarlas, pero siento que me acercan un poco a él al cantar.
Ser mujer y estar en el mundo de la música es todo un desafío, por eso le preguntamos qué es lo que más y menos le gusta de serlo.
“Sin quererlo, el nacer mujer significa ser guerreras en un mundo que está hecho para y por los hombres, sin embargo nosotras somos la resistencia, damos cara aunque a veces tengamos que demostrar el doble. Una de las cosas que más amo de ser mujer es la intuición, esa que cuando me insinúa algo no me falla. Me gusta lo sincero y real que son los vínculos con mis amigas -juntas somos manada- hay mucha resiliencia entre nosotras.
Me encanta hacer música en círculos humanos sanos, hoy en mi banda no solo soy cantante, sino también la gestora de este proyecto lo que me ha llevado a encontrarme con ese lado de mi organizado y riguroso y me gusta ser yo quien encause esa energía en la banda. Lo que más me carga de ser mujer en la música, es que hay mucho machismo, muchas veces cuando te presentas como músico eres vista como un «objeto», en lo cual la gente ve tu físico primero por sobre tu música”.
Desde que Ania Ivania lanzó Aire -single debut- en junio del año pasado, ha logrado más de cien mil reproducciones en Spotify, siendo la canción Olas la más escuchada con 76.000 reproducciones. Además, ha sido catalogada por múltiples medios como la “nueva voz del soul chileno”. Que quede claro, la cantautora quiere que se sepa que su música no busca ser igual al soul americano. “Quedé contenta y sorprendida con el resultado que ha tenido el disco en plataformas digitales, la verdad creo que esto significa que hay que seguir haciendo música y seguir componiendo. No siento presión por esto, sino que me deja contenta y motivada a seguir haciendo cosas” declara ante su éxito.
A la fecha se encuentra encuentra preparando lo que será su primer videoclip y está trabajando en 1000km, disco que pretende seguir la misma línea de Aire pero “más grande, como un disco de transición a un nuevo sonido”, con el que pretende llegar a nuevos rincones del país.
#LaCajita.