
La banda Lollapalooza King Gizzard & The Lizard Wizard nos ha sorprendido con su gran cantidad de trabajos lanzados en el ultimo tiempo. Pero todo tiene un comienzo y es por eso que en esta editorial analizaremos el primer disco de la banda australiana que marcó un precedente en la banda y los ayudó a no encasillarse en un estilo de música generando un fuerte apego al garage rock y el punk, en este gran disco la banda logró fusionar elementos de rock con toques de blues, surf y experimentación instrumental.
«12 Bar Bruise» es el álbum debut de King Gizzard & the Lizard Wizard, lanzado en 2012. Este álbum estableció la presencia de la banda en la escena musical con su enfoque crudo y enérgico del garage rock y el punk. En este disco podemos encontrar un sonido distintivamente crudo y sin pulir, lo que refleja la esencia del garage rock. Las guitarras distorsionadas, la batería enérgica y las voces apasionadas contribuyen a la atmósfera frenética del álbum, una atmosfera que se mantendría en sus siguientes creaciones, logrando una cualidad increíble de tener discos con toques de punk progresivo pero a los cinco meses darnos una genialidad de disco de psicodelia con bases en el pop.
Las letras tienden a ser desenfadadas y a menudo surrealistas, añadiendo un toque de humor y excentricidad a la música. Abordan temas variados, desde experiencias cotidianas hasta situaciones más inusuales. Letras que desde el lanzamiento de este disco han pulido a tal punto de regalarnos discos conceptuales con dragones y petroleras en medio. Si destacando algunas canciones con este toque humorístico serían «Muckraker» y «Nein» en donde nos ayudan a entender más el estilo musical de la banda.
Aunque principalmente garage rock, hay rastros de influencia blues en canciones como «Sam Cherry’s Last Shot» y momentos de surf rock, especialmente en «Footy Footy». También debemos analizar «Uh Oh, I Called Mum». Esta pista instrumental destaca la disposición de la banda para experimentar con sonidos y estructuras, prefigurando su futura inclinación hacia la exploración musical más allá de los límites tradicionales. Aunque cada canción tiene su propio carácter, hay una cohesión general en el sonido del álbum. Esta capacidad para mantener una identidad mientras explora diferentes aspectos del garage rock es una fortaleza distintiva.
La portada del álbum, diseñada por Jason Galea, presenta colores vibrantes y un estilo psicodélico que complementa la energía y la estética de la música. Con cerca de 40 minutos de duración, el álbum es conciso y directo al grano. Cada canción contribuye a la experiencia general sin sentirse excesivamente larga ni indulgente. «12 Bar Bruise» es un testimonio de la versatilidad temprana de King Gizzard & the Lizard Wizard, fusionando elementos de garage rock con toques de blues, surf y experimentación instrumental. Aunque puede carecer de la complejidad de algunos lanzamientos posteriores, sirve como una introducción audaz y distintiva a la banda y establece las bases para sus futuras exploraciones sonoras.
#LaCajita ♡